Tratar
de definir a las disciplinas que comprenden a las humanidades (filosofía,
lingüística, historia, sociología, entre otras), de caracterizarlas, hallar sus
problemas y de clasificarlas en el marco de las ciencias, han sido uno de los
mayores problemas con los que se han enfrentados los intelectuales. Ya que a lo
largo de la historia de la humanidad, el mayor in conveniente es el de
establecer si son o no ciencias, esto porque sus afirmaciones son vulnerables a
las repercusiones y que además, en la
comunidad científica solo se le consideran ciencias a aquellas que tienen como
tarea estudiar fenómenos de la naturaleza, para dar solución a problemas
presentes y por ende tratar de formular leyes universales. Cabe decir que estas
ciencias naturales (como se les son consideradas por su objeto de estudio: la
naturaleza) estudian fenómenos bajo condiciones estrictamente gobernadas, es decir,
que el estudio de los fenómenos de la naturaleza requiere de la intervención y
posiblemente alteración de los casos por parte de la mano del hombre.
Caso contrario sucede en la disciplina en que nos
vamos a enfocar en el presente ensayo, el cual tendrá como plato fuerte el
problema de cómo definir a la historia y contara con la participación de
ciertos ejes como: cuál es el objeto de la historia, como procede y qué función tiene esta, es decir, para que
sirve.
La
historia es pues, aquella disciplina de la cual no se ha llegado a un acuerdo
de si es o no ciencia, tampoco acerca de su significado, ni mucho menos de cómo
debe proceder, es decir, que si esta es una mera repetición de acontecimientos
o si sería mejor estudiar el pasado en función de los problemas que acarrean al
presente. Con respecto a esto Collingwood
al tratar de dar una definición de historia dijo:
“Me parece
que todo historiador estará de acuerdo en que la historia es un tipo de
investigación o inquisición. Por ahora no pregunto qué clase de investigación
sea. Lo esencial es que genéricamente pertenece a lo que llamamos las ciencias,
es decir, a la forma del pensamiento a la que consiste en plantear preguntas
que intentamos contestar[1]”.
Según
esta afirmación de Collingwood, la historia es una ciencia, porque, al igual
que las ciencias naturales, la historia también se hace preguntas para luego
tratar de darles contestación alguna, considerando que las ciencias se
cuestionan acerca de aquellas cosas de las cuales no sabemos, para que luego
por medio de la investigación logremos descubrirlo. En pocas palabras, la
afirmación de Collingwood se fundamenta en que: “la ciencia averigua cosas y en
este sentido la historia es una ciencia[2]”.
Entonces es esta la razón donde se fundamenta que la historia es una ciencia
como las demás. Porque esta al igual que las ciencias naturales, se plantea
problemas de estudios para dar posibles soluciones a sucesos desconocidos. Cabe
decir que de fenómenos de pasado.
Tan
solo la pregunta acerca de la definición de historia es uno de los problemas
que acarrea a la disciplina, ya que esta cuenta con cuestiones acerca de ¿Cuál
es su objeto?, ¿Cuál es el su método?, y este que también es quizás el que más
ha llegado a la mente de los intelectuales y es el de ¿para qué sirve?. Estos son también cuestiones que invaden no
solo a los historiadores, sino también a los filósofos, que en las diferentes
divisiones clásicas de la historia (antigüedad, edad media, renacimiento,
modernidad) se han dado a la tarea de descifrar estos cuestionamientos acerca
de la historia. (Como en el caso de Agustín de hipona quien dijo que la
historia era lineal, es decir, que tiene
un comienzo y un fin. Luego en el renacimiento vico dice que la historia es una
espiral, es decir, que tiene un inicio pero no se acaba, sino que se renueva,
ya para ilustración Voltaire nos dice para entender a la historia hay que
leerla en filósofo, y en la edad moderna aparece Hegel y nos plante que para
escribir la historia hay que tener una idea precisa de lo que ha sucedido en ella).
Acerca
del objeto de la historia Collingwood respondiendo esto afirma que: “respondo
que averigua res gestae, es decir,
actos de seres humanos que han sido realizados en el pasado”[3].
Entonces, entendida así, la historia es la ciencia que se encarga de plantearse
preguntas acerca del pasado, para luego intentar contestarlos. Esta forma de
investigar el pasado, esta mas que representada en la forma como se viene haciendo
desde annales hasta la actualidad. Plantearse preguntas acerca de los problemas
que nos afectan en el presente para hallar sus orígenes en el pasado es un buen
medio para dar solución a hechos desconocidos del presente, que en ocasiones no
sabemos ni por qué se han producido. Adaptando a esto la definición de historia
que se tiene en la actualidad de que esta es la ciencia que estudia al hombre
en función del tiempo.
Con
respecto al método de la historia, Collingwood nos plantea su manera de cómo es
que esta procede, afirmando que: “la historia procede interpretando
testimonios”[4].
Ya que por medio de la interpretación de testimonios (que se traducen a
documentos) el historiador es capaz de tener respuestas a cerca de las
inquietudes que tienen con respecto al pasado. Sin duda la lectura e
interpretación de los testimonios, es la manera más directa que tiene el historiador
de acercarse al pasado y además porque sin estos la actividad de historiar
sería algo imposible.
Referenciando
el para qué sirve la historia, tenemos el argumento planteado por Collingwood que
dice de la historia: “mi contestación es que la historia es “para” el
auto-conocimiento humano”[5].
Pero aclarando que si: “algo es “para” algo implica una distinción entre A y B,
donde A sea bueno para algo y B se aquello para quien algo es bueno”[6]. Porque la
historia sirve para el auto-conocimiento humano, porque es de vital
importancia que el hombre se conozca a sí mismo, pero ese conocimiento se trata
de tener un conocimiento de su naturaleza en cuanto es.
En
síntesis podemos definir que la historia es ciencia, porque, esta al igual que
las ciencias naturales, se plantea preguntas que intentara resolver, pero esta
como ciencia que es, difiere de las demás porque su objeto de estudio es de
naturaleza muy diferente al del resto de ciencias, es decir, que las ciencias
se diferencian entre sí por que investigan cosas de diferentes clases.
Quizás
es muy obvio decir que el objeto de la historia son los hechos del pasado, pero
es importante, decir que la historia estudia esos hechos para brindarnos
conocimiento necesario para entender problemas que están presentes en las
sociedades.
La
manera como procede la historia es de vital importancia para el análisis de su
objeto, ya que por medio del estudio de documentos testimoniales del pasado, es
que la historia puede descomponer cosas que ya conocemos para poder hacer
conocimiento.
Descomponer
el mundo que ya conocemos para luego armarlo y encontrar cosas que no sabíamos
puede ser el medio más útil para alcanzar un fin. Pero en ultimas no es el fin
lo que verdaderamente importa, sino el medio por el cual se logro llegar a ese
fin. El método tiene un gran significado científico, en la medida que la nueva
forma que le damos a lo armado nos brinda las respuestas a cuestiones que nos
hagamos planteado.
Con
todo y lo anterior, la historia nos sirve para que el hombre se conozca así
mismo, es decir, que este conocimiento en cuanto a que es ser hombre se base en
que es ser hombre, que es ser el tipo de hombre que uno cree ser y porque uno
es el hombre que uno es y no otro.
A
vista de lo anterior podemos decir que la historia tiene un gran valor y ese
valor consiste en que nos muestra lo que
la humanidad ha hechos y en ese sentido lo que las misma humanidad es.
Bibliografía.
·
Collingwood, robín George, “idea de la historia”, México, fondo de la cultura económica, 1952.
·
Ferrater mora, José, “cuatro visiones de la historia universal”, Madrid, alianza
editorial, 1982.